En ella busqué representar distintos ecosistemas que se encuentran en Argentina. Ecosistemas que se ven sistemáticamente amenazados ya sea por la caza, la deforestación, incendios forestales, entre otras prácticas industriales que atentan con la sostenibilidad del ambiente. Con ansias de que las políticas públicas contemplen un desarrollo sustentable que nos cuide a todos, y que se estimule la transición energética sin degradar la flora y fauna que en el país habitan. En cada pieza se destaca un ecosistema en particular, y en muchas de ellas se hace protagonista alguna de las especies amenazadas. El plato postre refleja la selva misionera, en la que quise destacar la figura del yaguareté. El yaguareté fue declarado Monumento Natural de Argentina y es una especie en peligro de extinción, víctima de la caza ilegal y la pérdida de hábitat, entre otras amenazas. A principios de siglo XX su hábitat alcanzaba hasta la Patagonia argentina, pero desde entonces su distribución se redujo un 95 %. Acompañan araucarias, palmitos, orquídeas, entre otros elementos del entorno.